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miércoles, 30 de septiembre de 2020


La pandemia no ostaculiza el camino de sensibilización para con las Misiones. Ya nos hemos puesto en marcha para que todos nuestros estudiantes se vean involucrados en momen--tos de: oración, concienciación de la realidad misionera de la Iglesia, y también procedere-mos a una reflexión sobre las obras misioneras de los Padres Somascos.

Estas acciones se concretarán en trabajos hechos por los mismos estudiantes. Los po-dréis consultar y disfrutar a finales del mes de Octubre.

Que el mensaje del Papa nos ayude a que la alegría de anunciar a Cristo como plena y definitiva realización del hombre sea siempre nuestro compromiso cotidiano.

https://www.omp.es/mensaje-del-papa-para-el-domund-2020-la-mision-en-tiempos-de-pandemia/

La celebración del Domund significa reafirmar cómo la oración, la reflexión y la ayuda material de sus ofrendas son oportunidades para participar activamente en la misión de Jesús en su Iglesia". Francisco, Mensaje Domund 2020


viernes, 25 de septiembre de 2020

MARIA MADRE DE LOS HUÉRFANOS

 

DEL LIBRO DE LOS MILAGROS DE LA MADONNA GRANDE DE TREVISO

En el Libro IV de los milagros se describe así la prodigiosa liberación de san Jerónimo de la cárcel de Quero: «Encontrándose el señor Jerónimo Miani, gentilhombre veneciano, proveedor en Castelnuovo del Friuli con 300 infantes, fue circundado por un gran ejército de la majestad imperial. No queriendo rendirse, después de muchas batallas, fue tomado el castillo, cortados a trozos los hombres, el proveedor fue puesto con cepos en el fondo de una cárcel, a pan y agua. Estando tan afligido y melancólico por la mala compañía y por los tormentos, habiendo oído hablar de esta Madonna de Treviso, con humilde corazón a Ella se encomienda, prometiendo visitar este su lugar milagroso, vi-niendo descalzo, en camisa y de hacer decir misas. Al momento se les apareció una mujer vestida de blanco, teniendo en la mano las llaves y le dijo: “coge estas llaves, abre los cepos y la torre y huye”.

Pero debiendo pasar por en medio de sus ene-migos y no conociendo el camino hacia Treviso, de nuevo se encomendó a la Madonna y le pidió que lo ayudase a huir vivo del ejército y que le enseñase el camino para llegar aquí. Y en seguida la Madonna le cogió la mano y lo guio en medio de los enemigos y ninguno dejo nada y lo condujo por el camino de Treviso; y apenas comenzó a ver los muros de la ciudad desapareció.

El mismo contó este milagro. Y por haber sido fiel a su patria Venecia y haber combatido virilmente y haber sido tomado por fuerzas superiores, fue confirmado como proveedor para treinta años de aquel castillo, recuperado después por la señoría véneta».

ORACIÓN A MARÍA “Madre de los Huérfanos”

María, Madre de Dios, que has dicho siempre sí a la voluntad de Dios, aumenta nuestra fe.

Madre de la Iglesia, ayúdanos a reconocer las necesidades de nuestro tiempo y a colabo-rar para reconducir al pueblo cristiano a aquel estado de santidad que tuvo en tiempo de los Apóstoles. María, Madre de los huérfanos y fuente de misericordia, gozo de los afligidos y liberación de los oprimidos, danos una gran solicitud hacia los enfermos.

Haz que los enfermos,  huérfanos y los últimos, como un día hiciste con tu siervo San Jerónimo Emiliani, expe-rimenten tu maternal bondad y encuentren en nosotros el consuelo del amor fraterno. 

Haz que sepamos anunciarles con renovado valor, con fresca alegría, con total certeza, por medio de nuestra vida, el Evangelio de tu Hijo, Jesús. María, Esposa y tierna Madre, conserva y reaviva en nuestras familias el don de la concordia, apoya a los padres en su misión, haz que los hijos crezcan según el ejemplo de Jesús.

Haz que los enfermos, los huérfanos y los últimos, como un día hiciste con tu siervo San Jerónimo Emiliani, experimenten tu maternal bondad y encuentren en nosotros el consuelo del amor fraterno. 

María, Esposa y tierna Madre, conserva y reaviva en nuestras familias el don de la concordia, apoya a los padres en su misión, haz que los hijos crezcan según el ejemplo de Jesús. 

Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todo peligro, ¡Oh, Virgen gloriosa y bendita!


      13 de enero